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Una solución práctica para descontaminar las aguas procedentes de la industria minera

Una solución práctica para descontaminar las aguas procedentes de la industria minera

 

Un material biodegradable y económico que descontamina las aguas procedentes de la industria minera y permite que los líquidos tratados sean reutilizados en actividades agrícolas. Se trata del biocompósito de goma de tara con nanopartículas de magnetita, una iniciativa desarrollada por investigadores de la Universidad de Lima. Esta propuesta ha contado con el financiamiento de Innóvate Perú, del Ministerio de la Producción. Y en 2020, Indecopi le otorgó la patente de invención. El proyecto cuenta con un prototipo y está listo para pasar a una fase de escalamiento y producción industrial, y espera que una empresa se sume a él para iniciar esta etapa y viabilizar su comercialización.

 

Esta solución remueve el arsénico del agua contaminada de forma eficaz y con productos peruanos que pueden ser adquiridos en el mercado local. Durante la investigación del proyecto, se probaron 20 métodos para la obtención del biocompósito. Finalmente, se eligió un procedimiento sencillo que no altera significativamente el proceso de producción de la goma de tara, la cual es un aditivo natural y alimenticio. Masac, una empresa interesada en que esta propuesta escale a un nivel industrial, se dedica a la obtención de la goma de tara.

 

A diferencia de los insumos de esta iniciativa impulsada por la Universidad de Lima, son importados muchos materiales que se usan actualmente para remover metales pesados como el arsénico en los efluentes mineros. Sus procedimientos requieren que una empresa minera contrate a una organización especializada en la gestión de los residuos y a otra que se centre en el tratamiento de las aguas.

 

En cambio, el uso del biocompósito está diseñado para no afectar los procesos de una empresa minera, por lo que no es necesario invertir en nuevas instalaciones. Esto se logra a través de los procedimientos desarrollados por los investigadores de la Universidad de Lima, con los que, al tratar las aguas contaminadas, se obtienen lodos compuestos de manera mayoritaria por la goma de tara, la cual es un aditivo que se biodegrada fácilmente, mientras que el arsénico contenido en los lodos se asocia a la magnetita y puede ser retirado con un campo magnético.

 

Entre los investigadores que participaron en el proyecto figuran Silvia Ponce, Daniel Reynoso, Medalit Cevallos y Ross Contreras.