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Ciberseguridad: recomendaciones que deben seguir las empresas en medio de una pandemia

Ciberseguridad: recomendaciones que deben seguir las empresas en medio de una pandemia

 

  • Las organizaciones pueden mejorar su postura de defensa y preparación para los ciberataques con una buena limpieza cibernética, revela el análisis de Deloitte.
  • Los cibercriminales, y su nueva forma de operar consiste, en la mayor parte de casos, en hacerse pasar por organismos internacionales de salud.

Lima, abril de 2020. A medida que los efectos del coronavirus (COVID-19) generan impacto alrededor del mundo, las acciones principales de gobiernos y empresas se enfocan, cada vez más, en garantizar el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos, colaboradores y clientes. En ese sentido, la difusión de información oficial es fundamental para definir las medidas de control y protección que se deben poner en marcha.

Los cibercriminales, y su nueva forma de operar consiste, en la mayor parte de casos, en hacerse pasar por organismos internacionales de salud (como la Organización Mundial de la Salud) y otras entidades gubernamentales.

Esto, a través de campañas de correo electrónico maliciosas, diseñadas para invocar al miedo, con la esperanza de desencadenar acciones que les brinden la oportunidad de obtener acceso a sistemas de información sensible.

Pero no solo ello, la coyuntura actual ha provocado también que muchas empresas, con el propósito de responder activamente a los riesgos de salud relacionados con el COVID-19, hayan comenzado a migrar su modo de operación regular a uno alterno, basado en la colaboración remota y las oficinas virtuales.

“Contar con un enfoque integral y bien estructurado durante un evento extraordinario, como el que actualmente nos encontramos viviendo, permitirá a las organizaciones abordar proactivamente los desafíos cibernéticos”, indica Christiam Garratt, Socio de Deloitte Perú.

PRINCIPALES RECOMENDACIONES

Los riesgos cibernéticos aumentan al realizar trabajo remoto o desde casa (home office). Las medidas proactivas pueden mejorar la experiencia de los usuarios y su seguridad al momento de trabajar bajo este esquema. Los dispositivos que no cuenten con la protección necesaria podrían provocar la pérdida de datos, violaciones de privacidad y/o ser víctimas de ataques del tipo ransomware.

Ante ello, las organizaciones deberán implementar una capa consistente de autenticación multifactor (MFA) o una autenticación progresiva según el nivel crítico de las solicitudes de acceso; además, deben garantizar que los procesos de gestión de identidades aseguren, de preferencia, todas las identidades de terceros con acceso a la red de la compañía.

Asimismo, es clave tener una visión integral de las identidades privilegiadas dentro de sus entornos de TI, incluido un procedimiento para detectar, prevenir o eliminar cuentas huérfanas; refinar la granularidad del monitoreo de seguridad y enriquecer el monitoreo en escenarios de operación remota.

Finalmente, se debe dar seguimiento a la operación de las funciones de gestión de ciberseguridad e identificar cuáles de éstas puedan llegar a estar fuera de servicio y los retrasos que se presenten en la respuesta de seguridad.