Mujer y minería, oportunidad más que reto
Artículo redactado por la Ing. Katya Arévalo Lima, asociada de Embellie Advisory
Estudios del Fondo Monetario Internacional indican que colocar a una mujer en cargos directivos de la alta gerencia tendrá como consecuencia la elevación entre 8 a 13 puntos la eficiencia de la empresa para generar utilidades con los activos disponibles.[1] Oportunidad que pueden aprovechar las empresas mineras para generar mayor rentabilidad, sobre todo por los mayores costos generados por el contexto social y de permisología.
De cada 100 trabajadores del sector minero, entre 6 a 8 son mujeres[2]. La mujer en la minería es un tema relevante, este fue tratado en la última edición del Perumin, con el desarrollo de la “I Cumbre de Diversidad e Inclusión”. Organismos como el BID, PNUD, asociaciones como Women in Mining, OMA, y las mismas empresas mineras desarrollan políticas inclusivas y acciones con el objetivo contribuir a equilibrar la balanza.
Si hablamos de mitigación de los conflictos sociales, las políticas de inclusión de mujeres en los espacios de diálogo se pueden tomar como una oportunidad. Sin embargo, desde el otro lado de la mesa, pocas veces encontramos mujeres lideresas en las juntas directivas de las comunidades con cargos principales[3].
Las lideresas por ley participan en las directivas comunales, pero ¿sentirán la confianza para brindar sus opiniones?, ¿se sentirán escuchadas y tomadas en cuenta?
En la citada convención minera, se mencionó al Programa “Mujeres Mágicas” del MINEM, cuyo objetivo es empoderar a las lideresas de comunidades de influencia minera realizando talleres de liderazgo, emprendimiento y empoderamiento. Asimismo, el BID a través de la consultora internacional Embellie Advisory realizó un análisis del programa, generando importantes recomendaciones para su mejora continua.
Esto es un gran paso y una oportunidad para que las empresas mineras promuevan el empoderamiento de las lideresas comunales y las motiven a participar en los espacios de diálogo. De esta forma, ellas pueden contribuir en brindar soluciones sostenibles y beneficiosas para las comunidades y las empresas.
Por lo tanto, la inclusión de más mujeres en el sector minero, en las empresas mineras y en las directivas comunales, es una oportunidad que traerá mayores beneficios económicos a las empresas y contribuirá a mitigar los conflictos sociales mineros.