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La pandemia ha acelerado el análisis e implementación de procesos de automatización en la industria minera

Desde hace unos años vienen siendo reconocidos como “Global Elite Thought Leaders” en derecho minero por la publicación inglesa Who’s Who Legal, que los sitúa dentro de los 24 abogados más destacados en el mundo, ¿cómo reciben estos nombramientos?

 

¡Nos sentimos muy orgullosos! Es realmente un honor vernos destacados junto a colegas que admiramos mucho como Michael Bourassa, Florencia Heredia y todos aquéllos que conforman la lista. Se trata realmente de la élite mundial en asesoría jurídica en temas mineros. Y, aunque a primera vista parecieran reconocimientos individuales, en realidad son reconocimientos en un primer nivel a la solidez de nuestro grupo minero y en segundo nivel a todo el estudio. Nuestra filosofía base es el trabajo en equipo, todos los miembros del estudio cumplimos una función específica e importante, y nos complementamos unos a otros, no tenemos estrellas solitarias. Los reconocimientos individuales serían imposibles sin la ayuda de todos los que formamos parte de la pirámide.

 

Este es un año lleno de retos para el país y el mundo en general, ¿qué perspectivas ven para el sector minero en este contexto?

Sin duda se trata de un año complejo para todos y el sector minero no es la excepción. Sin embargo, las crisis también traen grandes oportunidades, al ser un país predominantemente minero, tenemos muchas minas en operación lo que podría dar espacio a algunas fusiones y adquisiciones, así como al desarrollo de algunos de proyectos. Por otro lado, el contexto actual nos ha obligado a todos a la digitalización, a ratificar la importancia del talento humano dentro de una organización, así como de apoyarlo con la tecnología adecuada. Muchas empresas mineras estaban ya en proceso de buscar el control remoto de sus operaciones, con las complejidades que ello trae, como por ejemplo el tema de confidencialidad. La pandemia ha obligado a agilizar estos procesos, en muchos casos el control de las operaciones se está realizando desde las casas del personal, para ello hubo que trasladar equipos altamente sofisticados y garantizar la conectividad adecuada. En el fondo, la pandemia ha acelerado el análisis e implementación de procesos de automatización de la minería que antes quizás eran más lejanos.

 

¿Y cuáles consideran que son los retos a tener en cuenta?

La obtención de permisos, la agilidad de los trámites y la interacción con las comunidades continuarán siendo temas complejos para el desarrollo de proyectos mineros. Nos encontramos en un año de altísima incertidumbre, que coincide con la elección de nuevo congreso y un año previo a elecciones generales, esto traerá mucha cautela en cuanto a la asignación de recursos. Las empresas en general buscarán mayor valor agregado en las asesorías y gastos que realicen, que es lo que tratamos de ofrecer a nuestros clientes: altísima especialización, conocimiento de su negocio y acompañamiento como parte de su equipo.

 

¿Qué otras oportunidades ven para las empresas mineras en este contexto?

La pandemia trajo consigo una serie de problemas sociales urgentes, de corto, mediano y largo plazo. Muchas empresas mineras están ya enfocando sus esfuerzos en fortalecer sus áreas y programas de responsabilidad social en sus áreas de influencia, lo que va a ser clave en el futuro. Es una buena oportunidad para fortalecer lazos con sus comunidades y aminorar el impacto de la crisis en la medida en que esté dentro de su alcance.