Colaborador militante
Columna de opinión elaborada por:
Guillermo Vidalón del Pino, Superintendente de Relaciones Públicas de Southern Peru Copper Corporation.
En la actualidad, dada las diversas crisis ambientales, económicas, sociales y políticas que atraviesan los países, los cuestionamientos hacia ciertos sectores se incrementan, sea por desconocimiento o desinformación conscientemente proporcionada, o por sucesos eventuales que son productos de accidentes, pero que no reflejan la cotidianeidad de una actividad.
En ese sentido, siempre será conveniente mantener a los colaboradores bien informados sobre la Misión y Visión de las empresas, ¿cuál es el objetivo que se desea alcanzar?, ¿cómo se piensa llevar a cabo?, ¿cuál es la participación de esta en su entorno económico? De esta manera, será más fácil entender y conocer la dimensión de la actividad que realiza una empresa y su trascendencia en favor de su entorno, de su localidad, su región o el país.
Si el colaborador cuenta con las herramientas adecuadas, las posibilidades que salga en defensa de la organización donde realiza sus actividades cotidianas serán mayores; así como también será más fácil que este colaborador convenza a un tercero que ha opinado en contra de tal o cual acción empresarial, sin contar con argumentos sólidos para formularlos.
Recordemos que la opinión pública suele conceder mayor credibilidad a un colaborador antes que al jefe de relaciones públicas de una empresa que -siendo el mensajero de la voz institucional-, no siempre es el más creíble ya que parte de un hándicap en contra: “Él o ella representan a la empresa”.
El motivar a que los mismos colaboradores opinen, fortalece la labor de persuasión porque contribuye a equilibrar el espectro informativo con una voz que parte desde adentro de la organización empresarial y que, eventualmente, ha sido testigo de los acontecimientos.
Por eso, más allá de elaborar un formulario de preguntas y respuestas, lo relevante será que el colaborador las tenga siempre en mente, empleando diferentes métodos nemotécnicos, como remisión de mensajes que refuercen cada uno de ellos, posicionando en la mente del colaborador la reflexión antes que un mandato imperativo. Más importante siempre serán las respuestas a las preguntas ¿por qué lo hacemos? y ¿para qué lo hacemos?
En tiempos de redes sociales, un colaborador empoderado resulta un elemento fundamental en los procesos de comunicación de una empresa. Además, se logra conquistar la buena voluntad de la misma y gratamente se sumará a dar su contribución para decir qué piensa y por qué ha decidido salir adelante en defensa de su organización.