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Transparencia en compras privadas para la eficiencia y continuidad

Transparencia en compras privadas

para la eficiencia y continuidad

 

Columna a cargo de Erick Iriarte, CEO de eBIZ.

 

Para evitar el despilfarro del erario público y que con ello el pago de los impuestos (de los que pagan impuestos, sin duda) termine siendo utilizado de mala manera, o con sobrecostes que afecten la posibilidad de inversión pública en mayores bienes y servicios para la ciudadanía, la transparencia de las compras públicas es un tema constante. 

 

Y es que es claro que las compras públicas son una forma de dinamizar la economía, pero deben tener principios de transparencia activa (quién compra, a quién se compra, a cuánto se compra, para qué se compra, qué términos de referencia se toman como base, quién escribe dichos términos y referencia); deben añadírseles principios de trazabilidad (no solamente de uso interno para la administración pública, sino también para la ciudadanía en mecanismos de veeduría ciudadana), principios de competencia (las compras deben hacerse de manera tal que cualquiera pueda participar, en tanto cumpla las reglas de la contratación), y añadimos principios de uso de tecnología (de modo tal que con la “despapelización” se haga no solamente más rápido, sino también más eficiente y competitivo).

 

Pero si bien el tema de las compras públicas es un serio problema que debe mejorarse prontamente, las compras privadas también enfrentan sus propios retos para convertirse en un instrumento para la continuidad del negocio y para la eficiencia en el gasto, aunado a generar instrumentos para el control interno de las organizaciones.

 

Las soluciones tecnológicas son una diferencia sustancial, porque permiten la trazabilidad y la auditoria de manera permanente. Y es aquí donde debe comenzarse a entender las herramientas de procurement, no solamente sobre la producción sino sobre la continuidad del negocio y, por ende, sobre las obligaciones que se tienen frente a terceros, más aún con exigencias de ISO 37001 y normas de compliance.

 

Como se aprecia, no es una discusión sobre herramientas tecnológicas que los de IT tienen que implementar, o herramientas para los de logística y tesorería para la relación con proveedores, sino que nutren a las áreas de compliance y auditoría, así como a la misma alta dirección para mantener la continuidad del negocio.

 

Si algo hemos aprendido es que los instrumentos tecnológicos no solo sirven para el control de las compras públicas sino también las privadas, y ambos casos son elementos claves a considerar dentro de la estrategia de nuestras organizaciones.