La inspección en el punto de origen es vital para asegurar
la calidad en compras internacionales
Uno de los procedimientos más recomendables al momento de importar o fabricar un activo que es de suma relevancia para la empresa en el extranjero es el “Shop Inspection”. Esta solución consiste principalmente en la supervisión en origen del proceso de fabricación de equipos nuevos con el objetivo de que cumplan con los requisitos de calidad marcados por el cliente, antes de la entrega de este.
Esta solución es aplicable para la mayoría de las industrias, ya sea minería, energía, gas, química, etc, dado que ellos requieren una gran cantidad de importaciones para la realización de sus proyectos en el país donde “residen”. Dichas importaciones, pequeñas o grandes, requieren de un control de calidad e inspección para asegurar que estén en la condición adecuada y solicitada, y prevenir una falla a la hora de ser puestas en uso.
En conclusión, podemos afirmar que Shop Inspection es imprescindible para alcanzar la transparencia y el buen funcionamiento de las transacciones comerciales entre empresas de diferentes países.
¿Cómo funciona el Shop Inspection?
Este es un proceso que empieza con la identificación de necesidades: ¿qué activos voy a importar, de dónde y de quién? Luego se procede a una evaluación de proveedores, su capacidad para entregar sus pedidos y garantizar el cumplimiento normativo.
La siguiente etapa es la Inspección en origen: se inspeccionan los artículos en su lugar de fabricación antes de la entrega. Esta es la forma más conveniente y económica de determinar si un producto, servicio, o equipo cumple con las necesidades expresadas, las expectativas del cliente, las regulaciones aplicables, los estándares u otros requisitos específicos.
El Expediting busca darle solución a la necesidad del departamento de compras de monitorear el progreso de la fabricación. Mientras, las pruebas de aceptación en fábrica determinan si su equipo funciona según lo previsto.
Existen también la inspección preembarque, así como la supervisión de carga, con el fin de garantizar que los bienes se presentan y se manejan adecuadamente, y se aseguran satisfactoriamente para el transporte.
Finalmente, tenemos la inspección en obra que consiste en supervisar los diferentes aspectos de construcción, instalación y puesta en marcha para garantizar que el activo esté correctamente instalado y sea capaz de operar dentro de las condiciones de seguridad determinadas por las especificaciones de la empresa, códigos locales e internacionales y directrices gubernamentales.