La Costa Verde a la deriva
Artículo redactado por Carlos Carpio, socio del estudio Rodrigo, Elías & Medrano Abogados, y quien lidera el área de Derecho Administrativo. Se especializa en derecho administrativo, inmobiliario, así como en contrataciones públicas.
Lamentablemente, pese a ser Lima la única ciudad sudamericana con frente al mar, sus autoridades siguen desaprovechando esa ventaja estratégica, perdiendo la oportunidad de hacer de la ciudad, un hub del turismo continental.
Recientemente, la Municipalidad de Lima viene trabajando en la aprobación de un nuevo Plan Maestro para la Costa Verde, el que, sin embargo, luce graves incongruencias, corriéndose el riesgo de seguir en la inercia descrita.
La más saltante incorrección es pretender zonificar el mar, lo que constitucionalmente es imposible.
La jurisdicción en el ámbito acuático, que incluye el mar propiamente dicho y la franja intangible de los 50 metros de ancho comprendida desde la línea de más alta marea hacia el interior continental, corresponde en exclusividad a la Marina de Guerra del Perú, y, en su caso, a la Autoridad Portuaria Nacional. Para bien o para mal, la jurisdicción municipal empieza y termina en tierra.
Una segunda falencia que exhibe el proyecto de Plan Maestro es desconocer la existencia de Políticas Públicas Nacionales, que tienen que aplicarse en el ámbito de la Costa Verde porque se trata de un ámbito geográfico que involucra el área acuática.
Se trata concretamente de la Política Marítima Nacional, aprobada mediante Decreto Supremo No. 012-2019-DE (y dentro de ella, la Política Marítima Costera), que otorga un liderazgo a la Marina de Guerra del Perú que no se quiere reconocer, y que en la práctica, significa que el Plan necesariamente debe constituir un vehículo que facilite la implementación de todos aquellos proyectos que la Autoridad de Mar considere necesarios realizar y jamás presentarse como una barrera u obstáculo --en lo que a los usos compatibles en tierra se refiere -- para que tales emprendimientos se lleven a cabo.
Lamentablemente, y aunque el proyecto del Plan Maestro de la Costa Verde aluda a ejes estructurantes como supuestos protagonistas de la interrelación entre la tierra y el mar, los usos compatibles a desarrollar en ellos han sido identificados a partir de lo que existe en la costa, cuando debió ser al revés, esto es, los usos en la costa (en los ejes estructurantes) deben responder a aquello que se apruebe en el mar por DICAPI y en su caso la APN.
Otra política mandatoria, que tampoco ha sido considerada en el plan, es la Política Portuaria Nacional.
Ojalá la nueva gestión edil metropolitana esté a tiempo para corregir estos errores.